PnF-Confianza 4

Capítulo 4
En la mañana siguiente Phineas había invitado a Ferb a que le ayudara con nuevo proyecto que tenía en mente aprovechando que de nuevo podían hacer cosas juntos. Así que el príncipe pidió a sus sirvientes que trajeran la herramienta necesaria para el proyecto y comenzaron a
construirlo.

Un joven de tes morena que paseaba por el jardín escuchó el ruido causado por las herramientas y decidió ir a ver lo que pasaba.

-Majestad?-dijo con sorpresa al ver al príncipe.

-Buenos días doctor Baljeet-saludo Ferb-Qué hace por aquí?

-Escuche sobre la caída que sufrió ayer y lo buscaba para revisar que estuviera bien.

-Puede decirle a mi padre que estoy bien. No creo necesitar un análisis.

-Créame, nadie esta completamente bien después de una caída como esa.

-Bien Ferb, ya esta listo-dijo Phineas mientras salía de debajo de la maquina y se limpiaba  las manos con un trapo.

-Cómo se atreve a hablarle de esa forma al príncipe?-reclamó Baljeet.

-Doctor Baljeet, permítame presentarle a Phineas, un muy buen amigo mío-intervino Ferb.

-Phineas he?-dijo con interés el doctor-No es el joven que intentó...

-Matar a Ferb?  Si, si lo soy-dijo enojado lanzando el trapo al suelo con frustración y retirándose para revisar el proyecto.

-Majestad con todo respeto, creo que no debería confiar tanto en el-susurró Baljeet para que Phineas no lo escuchará.

-Eso solo fue un mal entendido Baljeet. El es inofensivo-citrato el príncipe.

-Buenos días chicos-saludó Isabella quien venía llegando.

-Buenos días princesa Isabella-contestó Baljeet con una reverencia.

-Qué están haciendo?

-Hola princesa-dijo Phineas con emoción y un brillo en los ojos-Ferb y yo hicimos una maquina que le permitirá al hombre volar, lo llamo planeador.

El artefacto tenia unas especies de alas hechas al parecer de tela y unos delgados palos de madera que simulaban un tipo de esqueleto, un ala estaba en la parte superior como techo sostenida por un par de varas de madera  y la otra en la parte inferior donde tenía un espacio para que una persona pudiera montarlo y controlarlo, y en la parte trasera tenia una cola con unos tres estabilizadores uno vertical y dos horizontales.

-Con el debido respeto señor, pero es imposible que el hombre pueda volar-se burló el doctor.

-Ja! Nada es imposible amigo mío-dijo con orgullo el pelirrojo.

-Excepto la magia?-dijo en burla Ferb.

-Eso es una cosa distinta.

-Y cómo funciona?-pregunto Isabella.

-Primero tenemos que ponerlo en un terreno alto-dijo Phineas.

-Y cómo se supone que hará eso?-dijo burlón el doctor.

Phineas estuvo por contestar pero al abrir la boca no pronuncio nada, ahora que lo pensaba no lo había tomado en cuenta.  

-Como lo sospechaba, no tiene idea. Cierto?

-Qué tal si le pedimos ayuda  a Doofenshmirtz?-propuso Isabella.

-No, hallaremos la forma para llevarlo. Solo hay que pensar un poco-dijo Phineas.

-Sería más sencillo con un poco de su magia-insistió la princesa.

-La magia no existe.

-Yo tampoco lo creía hasta que lo vi-comentó el doctor.

-Y dices que el hombre no puede volar-reclamó el pelirrojo.

-Hablaban de mi?-preguntó Doofenshmirtz el cual apareció repentinamente en el lugar.

-Doofenshmirtz, oportuno como siempre-murmuró Baljeet.

-Necesitamos de su ayuda-pidió amablemente Isabella.

-No, no la necesitamos-dijo Phineas entre dientes pero audible.

-Tranquilo jovencito yo puedo ayudarlos a llevar ese artefacto a un terreno alto con gran rapidez, e incluso puedo aparecer una colina o algo semejante si es necesario-proclamó con orgullo el mago.

-No me parece mala idea-comentó Ferb mirando al pelirrojo quien estaba con los brazos cruzados y el ceño fruncido pero sorprendido por como el brujo adivino lo que necesitaban.

-Esta bien, veamos que puede hacer-cedió él.  

Doofenshmirtz arremangó las largas mangas de su túnica color morado oscuro, alzo sus brazos alto y dijo su palabra mágica.

-Adacadabrinador!-De sus dedos salieron una especie de rayos verdes que tocaron a una pequeña roca que estaba cerca y esta se agrando hasta llegar al tamaño de un cerro pequeño.

-Que bueno que el jardín es muy grande-mencionó Isabella.

Ferb volteo a ver a Phineas con una exprecion que decía "qué opinas ahora?" en forma de burla y este solo se limitó  a mostrar un semblante de frustración.

El brujo repitió lo mismo en el planeador pero en vez hacerlo más grande lo subió a la sima del cerro, después lanzó su hechizo de teletransportacion a lo presentes junto con el y los llevo donde el planeador lo que impactó al pelirrojo.

-Terminado señor-dijo Doofenshmirtz con orgullo.

-Gracias por sus servicios Doofenshmirtz-agradeció Ferb.

-Fue un placer majestad-respondió con una reverencia-Ahora si me disculpan, me retiro-Y con un chasquido de dedos desapareció.

Todos se le quedaron viendo al pelirrojo esperando que dijera algo después de lo sucedido.

-De acuerdo, tal vez la magia si existe-dijo finalmente caminando rumbo al planeador-Bien, hora de probarlo.

Phineas se monto en el artefacto y lo impulso con sus piernas haciendo que cayera del cerro pero en vez de irse en picada como esperaban todos se fue en dirección horizontal, estaba volando. El chico podía sentir como el viento sacudía su cabello y tocaba su rostro, era una sensación única e increíble, tanto que el pelirrojo dio un grito de emoción e inclinándose dio la vuelta para regresar con sus amigos.

-Ahora quien sigue?-preguntó con emoción el pelirrojo.

-Yo quisiera intentar-pidió amablemente la princesa.

-No creo que sea buena idea señorita-advirtió Baljeet.

-Tengo plena confianza en el joven Phineas-ella se acercó al joven inventor para que le diera instrucciones de como usar el artefacto dejando al doctor con la inquietud.

-Sólo tiene que impulsarse como yo lo hice, trate de mantenerlo derecho para que se mantenga estable, inclinese para la izquierda o derecha para girar y para frenar jale de esta palanca que esta al frente suyo-explicó Phineas mientras Isabella se subía al planeador-y lo mas importante...diviértase-concluyó dedicándole una gran sonrisa que fue correspondida por la joven.

-Buen, aquí voy-se alentó a sí misma para después impulsarse e iniciar el vuelo tal como lo había hecho Phineas y al igual que el pudo sentir una adrenalina que corría por todo su cuerpo mientras el viento tocaba suavemente su rostro y jugaba con su cabello, nunca se había sentido más viva.

-Esto es asombroso!-gritó de la emoción.

-Mamá!-grito una joven con cabello naranja furiosa entrando a una de las aulas del castillo donde se encontraba la Reina Linda tomando el té con la Reina Vivian.

-Qué pasa hija?-preguntó Linda.

-Es Ferb y ese amigo suyo, hicieron un extraño objeto volador y aparecieron una gran montaña en uno de los jardines-reclamó la princesa.

-Oh vamos hija no creo que ellos...-dijo antes de que Candace la tomara del brazo y la encaminara hacia el jardín seguida de Vivian.

-Ven mamá, para que lo veas tu misma.

En el jardín, detrás de la roca crecida, escondido entre unos arbustos se encontraba Doofenshmirtz  contemplando todo y esperando el momento para actuar, para su suerte ese momento había llegado. El mago lanzó un embrujo de viento a donde estaba volando Isabella ocasionando que el planeador se desviara.

-Wow!-dijo Isabella por el brusco movimiento del objeto provocado por el viento.

La princesa se dirigía a chocar contra el jardín principal que era donde se iba a llevar a cabo la boda de la princesa Candace. Isabella trató de girarlo pero el viento era demasiado fuerte.

-Isabella!-grito Phineas alarmado y velozmente tomo de su cinturón la pistola de gancho disparando hacia el suelo haciendo que el gancho se enterrara en la tierra y clavando el mango de la pistola con fuerza en la roca, creando una especie de tendedero donde con un trozo resistente de tela se deslizó hasta el suelo para ir a ayudar a la princesa. Ferb imitó a Phineas y bajo por la cuerda de la pistola con el cinto que sujetaba su espada, y Baljeet prefirió por bajar a pie por el cerro.

Mientras tanto la joven pelinegra, al ver que ya no tenía el control del planeador, decidió saltar antes de estrellarse contra el altar que se hallaba en el jardín para la boda. Por suerte el pelirrojo pudo atraparla antes que llegara al piso cayendo por el peso y la velocidad en que venía Isabella.

El planeador choco contra el altar destruyéndolo y ocasionando que el portal que se encontraba en frente cayera sobre los reclinatorios que por una extraña razón se incendiaron dañando la alfombra donde caminaría la novia y quemando algunas plantas y sillas que se encontraban al rededor.

-Cómo es que pudo prender fuego?-dijo Phineas desconcertado mientras era ayudado por Isabella a levantarse.

-Están bien?-preguntó el príncipe al llegar con ellos.

-Qué pasó aquí?!-dijo alarmada la Reina Vivian al ver todo el desastre del jardín principal junto con la Reina Linda y la princesa Candace.

-El altar! Las flores! Todo!-decía Candace con lágrimas-Mi boda esta arruinada!-ella volteo a ver al joven inventor con rencor-TU! Tu hiciste esto!-se acercó al pelirrojo amenazadoramente con un dedo acusador haciendo que éste retrocediera, se le veía fuego en los ojos a la joven.

-Que esta pasando?-dijo el rey quien iba llegando pues había escuchado los gritos y el ruido ocasionado por el "accidente".

-Él arruinó los preparativos de mi boda con su objeto volador!-denunció la princesa de cabello anaranjado.

-Solo fue un accidente-defendió Isabella-Estábamos probando el planeador de Phineas...

-Planeador?-preguntó Vivian.

-Es un aparato que le permite volar con ayuda del viento-explicó inocentemente el inventor.

-Entonces acepta que ese artefacto es suyo?-preguntó el rey.

-Si pero...

-Fue mi culpa-intervino Isabella-yo insiti en volarlo y perdí el control...

-Mi niña estaba en esa cosa?!-se alteró la Reina Vivian reclamándole al joven.

-Salté antes de que se estrellará y él me atrapo para que no cayera al suelo... me salvo-dijo la princesa con una tierna sonrisa mirando a Phineas.

-Puso tu vida en riesgo!

-Llevenlo al calabozo-ordeno el rey.

-Que?!-se quejó Phineas mientras unos guardias lo arrestaban.

-Padre por favor, fue un simple error-defendió Ferb.

-Destruyó la boda de tu hermana y puso en peligro la vida de Isabella-reclamó con rabia el rey.

-Cariño, no creo que eso sea motivo para encerrar a este joven-dijo Linda-Además podemos arreglar este desastre.

-Mi boda es pasado mañana. Cómo vamos a tener todo listo?-dijo Candace.

-Si este joven armó ese aparato, tal vez podrá arreglar todo a tiempo-sugirió Linda.

Después de pensar un momento lo que habla dicho su esposa, el rey accedió.

-Tienes 2 días para arreglar todo-dijo amenazante al joven pelirrojo y se retiró junto con su esposa.

-Isabella nos vamos-ordenó histérica Vivian.

-Pero...-se opuso ella.

-Pero nada-fue lo ultimo que dijo la Reina antes de retirarse seguida de su hija resignada.

Los guardias soltaron a Phineas pero no le quitaron la vista de enzima y éste dio un suspiro de alivio.

-Crees tenerlo listo?-preguntó el joven peliverde.

-Seguro!-respondió con ánimos-pero necesitaré algo de ayuda-le dirigió la mirada a Ferb-Que dices hermano? Cómo en los viejos tiempos?-le extendió la mano esperando su respuesta.

-Como en los viejos tiempos-dijo tomándole la mano en forma de respuesta y dedicándole una sonrisa.

Los dos se pusieron a trabajar.

CONTINUARÁ...